¿Qué es una vacuna?

Las vacunas son preparados de moléculas que estimulan nuestro sistema inmune permitiendo una respuesta más eficaz frente al ataque de organismos patógenos. Las moléculas que se utilizan para despertar nuestras defensas, también llamadas antígenos, provienen de los patógenos contra los cuales queremos estar protegidos.

Representación de una bacteria
El sistema inmunitario es el encargado de proteger a los organismos frente a microorganismos patógenos. Es muy adaptable y nos defiende contra invasores tan diversos como el virus de la gripe o la bacteria que produce salmonelosis. Otra característica es que está formado por una enorme variedad de células y moléculas capaces de reconocer y eliminar de manera específica elementos extraños.



Imagen del virus de la gripe
La protección que ofrece este sistema se basa en dos actividades, el reconocimiento y la respuesta. Ésto significa que se distinguen elementos externos frente a los del propio organismo y se actúa para eliminarlos. Los diversos componentes del sistema inmune son capaces de convertir el reconocimiento inicial en una gran diversidad de respuestas.



Algunas exposiciones a ciertos patógenos inducen lo que se llama memoria inmunitaria, proceso que permite una respuesta más rápida e intensa a un ataque por un patógeno que ya haya invadido nuestro cuerpo con anterioridad. Se trata de la propiedad que impide contraer por segunda vez algunas enfermedades. De esta manera, la memoria inmunitaria es la base de la vacunación, ya que constituye un medio para “instruir” al sistema inmunitario y prepararlo para ataques posteriores.


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